UN NUEVO MODELO DE OCIO

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ALBERTO MARTÍN

Durante mi paso por Aranjuez pude ver la cantidad de casas de apuestas que proliferaban por la zona, las veías por todas partes, a cada sitio al que iba, ya fuera yendo a comprar o simplemente dando un paseo; Son la droga actual, la heroína de los años ochenta. El Real Decreto de Comunicaciones Comerciales de las Actividades del Juego ha supuesto un importante avance en la regulación de la publicidad de las casas de apuestas, pero todavía quedan muchas cosas por hacer, en los barrios es necesario presentar una alternativa real de ocio para nuestros jóvenes y que no se vean abocados a esta actividad que termina generando ludopatía a largo plazo. La encuesta EDADES que desarrolla el Ministerio de Sanidad señala que en el año 2020 el 6.7 % de la población entre 15 y 64 años apostó por internet y un 63,6% de manera física, lo que implica un aumento del 3,5% y del 59,5% respectivamente en comparación a los dos años anteriores. Además, según estos datos, si nos fijamos en los jóvenes de entre 14 y 18 años, la encuesta reflejaría la siguiente estadística: el 14,6% apostó dinero online, y un 37,2% lo hizo de forma presencial en el año 2020. No podemos negar que estamos frente a un grave problema que hay que ponerle solución.

si nos fijamos en los jóvenes de entre 14 y 18 años, la encuesta reflejaría la siguiente estadística: el 14,6% apostó dinero online, y un 37,2% lo hizo de forma presencial en el año 2020. No podemos negar que estamos frente a un grave problema que hay que ponerle solución.

Es necesario defender un modelo de ocio saludable lejos de actividades tóxicas y dañinas para nuestra salud física y mental. Debemos construir una alternativa basada en otro tipo de acciones, como puede ser el deporte (invirtiendo en instalaciones deportivas), la lectura (construyendo bibliotecas y centros de estudio), el cine (construyendo cines de barrio), fomentando los centros sociales con la ayuda de las asociaciones de vecinos que lleven a cabo actividades musicales, como la danza, intercambio de libros, juegos de mesa… Son sólo algunos de los ejemplos a elegir. En definitiva, tenemos que construir tejido social, no todo se resuelve en el parlamento y los barrios no los podemos descuidar, para que no caigan en las manos de toda clase de buitres carroñeros preocupados solamente por su beneficio económico.


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